Aprovechando que los zombies televisivos de The walking dead están de regreso, he querido destacar unas películas del género Z que me gustan especialmente por su planteamiento o por contener algunas ideas que lleven el elemento zombie más allá de la pura explotación. No son todas, ni las mejores, pero todas son recomendables.

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LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES

(The Night Of The Living Dead, George A. Romero, 1969)

Innegable piedra Rosetta de la imagen del zombie moderno, no solo en lo que hambre y putrefacción se refiere, sino a sus posibilidades dramáticas.

George A. Romero, director y guionista, ha declarado en numerosas ocasiones que jamás tuvo intención de rodar ningún tipo de metáfora o sátira; pero quizá esta afirmación (o más bien negación) haga el juego más interesante, el hecho de que de forma inconsciente, la realidad de su tiempo se filtre por las grietas del guión coescrito junto a John Russo.

Así podemos encontrar en el background de la película , la paranoia y el desconcierto típicos de la guerra fría; pero principalmente asistimos al acoso de una legión de cadáveres andantes a un grupo de supervivientes refugiados en una casa. Estos supervivientes pueden verse como el reflejo de la cambiante sociedad norteamericana en la que un hombre negro lidera el grupo (incluso abofetea a una mujer blanca), mientras que el prototipo de padre de familia republicano de clase media insiste en encerrarse en el sótano y esperar. Los zombies se presentan como una masa alienada hambrienta de “vivos” que les sirvan de alimento o a los que “contagiar” su alienación.

Una película esencial e influyente sobre la que pivotan el resto de películas del género de zombies.

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MORTAL ZOMBIE

(Return Of The Living Dead III, Brian Yuzna, 1993)

Tercera parte de la divertida trilogía de El Retorno de los Muertos Vivientes, esta vez en un tono más serio y pesimista.

Julie y Curt son una joven y apasionada pareja. Tras un accidente en el que ella pierde la vida, acaba siendo resucitada por un químico de uso militar.

La cosa es que la resurrección trae consigo el inicio de un proceso de zombificación con su correspondiente hambre de carne humana (y cerebros), pero nuestra protagonista descubre que puede paliarla a base de autoinflingirse dolor.

A partir de esta premisa asistimos a un proceso de desinhibición (sadomasoquista) que, en la estela de la nueva carne cronenbergiana, concluirá en la transformación de Julie en una versión mejorada de sí misma. También se deja entrever un batiburrillo freudiano en el instinto de muerte Incomprensiblecinencadenada en un camilla.el cuerpo zombificado de una joven(mientras está viva) y vida (tras la muerte) de la protagonista, y en las ideas de dolor y sexo como elementos que nos unen a la vida. Además, resulta interesante la idea de que la profanación de la vida (inocentemente por los jóvenes amantes e intencionadamente por parte de los científicos militares) lleva inevitablemente a la abyección. Todo esto subyacente bajo una buena capa de caspa noventera, plagada de los característicos zombies chillones de la saga y con la icónica caracterización de Melinda Clarke en una exuberante y mutada dominatrix zombie.

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MI NOVIA ES UN ZOMBIE

(Dellamorte Dellamore, Michele Soavi, 1994)

¿Puede existir el cine zombie de autor? La respuesta es un rotundo sí, teniendo como referencia este film cuyo chirriante título en español ejecuta un atroz ejercicio de reduccionismo para su explotación comercial.

Francesco Dellamorte (un extraño en el género Rupert Everett) es el sacrificado guardia de un cementerio en el que los muertos vuelven a la vida. Acompañado de su ayudante Gnaghi, se encarga de mantener el orden en el camposanto y de dar descanso eterno a los cadáveres andantes.

Dellamorte es un inadaptado que no se siente a gusto entre los vivos y que busca en la muerte que le rodea, la satisfacción (en todos los sentidos) que la vida no le aporta. Además de una (simplona) referencia a la corrupción política local, hay aromas de filosofía epicúrea en el planteamiento hedónico de los personajes y en la odisea de entender la muerte para poder vivir la vida en plenitud.

Con una barroca puesta en escena y con reminiscencias de terror gótico y hasta western, asistimos a una interesantísima combinación de onirismo poético, humor negro y morbo de ultratumba, que la convierten una cinta única e inclasificable; sin sacrificar por ello casquería de primera en un muestrario zombie que incluye a la bella y neumática novia del título interpretada por Anna Falchi , boy scouts zombies, un motero (con moto incluida) zombie, una monja zombie de rasgos masculinos y una entrañable cabeza parlante con la capacidad de desplazarse.

Una de mis películas favoritas del género, lo confieso.

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DEADGIRL

(Marcel Sarmiento y Gadi Harel, 2008)

Deadgirl (que sigue inédita en España) es una rara avis que podría catalogarse como drama indie de adolescentes con zombie.

La trama nos presenta a un par de talluditos outsiders de instituto de familias desestructuradas que, pretendiendo refugiarse del calor en el manicomio abandonado de turno, se encuentran con una joven zombie encadenada a un camilla.

Este hallazgo y la nueva posición de poder frente a la joven no muerta, servirá para dar rienda suelta a las frustraciones de los protagonistas que, entre conflictos interpersonales, caminarán por el lado salvaje de la masculinidad adolescente. Pese a alguna torpezas argumentales, el título funciona perfectamente como oscura fábula de la misógina cosificación de la mujer y del peso de las expectativas de los roles sociales en los jóvenes.

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ZOMBIES PARTY

(Shaun Of The Dead, Edgar Wright, 2004)

Incomprensible traducción al “español”, que enmascara el genial y referencial Shaun Of The Dead. Una comedia zombie que se ha convertido en un reciente título de culto por méritos propios.

A Shaun y a Ed les pilla por sorpresa un amanecer zombie. Tardarán en darse cuenta de lo que está pasando, lo que no es de extrañar porque poco dista de su forma de vida (impagable el plano en el que Shaun amanece caminando y bostezando cual cadáver andante).

La pareja protagonista puede verse como la imagen de la madurez de la generación X que vive zombificada en empleos de subsistencia, sin sueños y hambrientos de consumismo superfluo; adultos atrapados en una adolescencia permanente y privados de la necesidad de progreso a consecuencia del estado bienestar.

En este caso, resulta interesante el planteamiento de la horda zombie como reflejo en el espejo de Shaun (y su generación) que sirve de medio para la toma propia de conciencia. Esto llevará al grupo de treintañeros a reaccionar, tomar decisiones y luchar contra su desidia existencial para reivindicar su lugar en el mundo (de los vivos).

En cierto modo puede verse como el relevo generacional de La noche de los muertos vivientes.

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DEAD SET: MUERTE EN DIRECTO

(Dead Set, Charlie Brooker, 2008)

Dead Set es una película fragmentada para ser emitida en formato de miniserie en la televisión británica. De ahí que haya decido darle el carácter de bonus track para este artículo.

La trama se centra en el aislamiento de unos participantes de Gran Hermano que ignoran que un brote zombie se está extendiendo a un ritmo frenético entre la población británica.

Aunque la metáfora es poco sutil, resulta estimulante que fuese concebida para ser emitida por la televisión. Algo así como escupirle a la cara a quien te da de comer. A la evidente representación de los telespectadores como muertos vivientes hambrientos de contenido televisivo, se le une el descorazonador reflejo de los nuevos ídolos (héroes si quiere) en la imagen de los habitantes de la casa. Podría resultar esperanzador el retrato de la sacrificada y trabajadora becaria que se mueve entre bambalinas para que todo salga adelante gracias a su trabajo, pero cuando esa maquinaria mueve un mundo que venera a un puñado de inútiles ególatras mientras otros se lucran con ello, las sombras caen sobre el relato dejándonos una de los propuestas más sombrías de nuestro amado subgénero caníbal.

Texto de Rafa Gambín para The MU Films (publicado el 17 de febrero de 2016)