Nos paseamos por las calles de la Viena del siglo XVIII mientras hablamos de Amadeus de Milos Forman.
En la sección inicial hablamos de la polémica versión de 2001: Odisea Del Espacio (2001: A Space Odyssey; Stanley Kubrick, 1968) que Christopher Nolan ha tutelado para la conmemoración del 50 aniversario del estreno del film.
Para complementar el visionado os recomendamos el documental Jim & Andy (Jim & Andy: The Great Beyond; Chris Smith, 2017), ver Amadeus con un buen sistema de sonido envolvente y la película The Doors (The Doors; Oliver Stone, 1991).
@doblesesionpdc #dsamadeus
17 de mayo de 2018 a las 11:41
Pues lleváis dos programas seguidos hablando de pelis que descubrí en el colegio XD. En esta ocasión por supuesto en clase de música, y acompañada de una feroz crítica del profesor, completamente ofendido por las licencias históricas que se toma la trama, pero que ignoró por completo, la genial artesanía del film. El descenso hacia la locura de Mozart, ese balanceo entre la envidia, admiración y culpabilidad de Salieri, es una película que como ocurre con todas las grandes presenta unos personajes interesantísimos y complejos que te atrapan desde el primer minuto. Deseando escucharos y maldiciendo el estar expatriado y no poder pillarme un tren para alicante para comentarla con vosotros, sin invitación ni na XD. Un saludo fenómenos
31 de mayo de 2018 a las 00:03
Pobre profe de música, qué infeliz. Muchos cayeron en eso en aquel momento. No entendieron nada.
30 de mayo de 2018 a las 23:45
Cómo he disfrutado este programa! Mil gracias por haberme renovado el amor por esta gran película y haberme aportado mucho más. estoy deseando volverla a ver cuando antes.
yo no diría que es un «biopic» al menos como yo los entiendo. En primer lugar porque en realidad no cuenta la historia real, sino una ficción armada a partir de un personaje histórico muy libremente tratado y de otro del que prácticamente solo queda la anécdota. Y además, como habéis dicho, por estar narrada a través de la subjetividad deformada de Salieri.
Yo viví el estreno en España en mis primeros años de estudiante de música en Madrid y por supuesto fui desde que la pusieron al Real Cinema que estaba justo en la plaza de ópera, enfrente del Conser, casi entre clase y clase (por cierto, con Iñaki Gabilondo sentado a mi lado, según recuerdo).
En su momento muchos músicos de la pacata sociedad conservatoril de entonces se echaron las manos a la cabeza, pero yo me enamoré a primera vista. Es el visionado de película que recuerdo con mayor nitidez.
Habéis estado bastante correctos en lo que se refiere a asuntos musicales, sólo os aportaría dos cositas:
-el instrumento de tecla del principio sería un clavicémbalo, no clavicordio (casi seguro, lo digo de memoria). El de Papageno/Schikaneder (las campanillas de La Flauta Mágica) sería un carillón. El clavicordio en realidad es el antecesor, del piano, porque funciona con macillos que golpean una cuerda. Por cierto que ese personaje es Schikaneder, promotor y libretista de la ópera.
-el arzobispo no sería un mecenas. En esa época los músicos de corte son prácticamente unos criados, ligados a una serie de servidumbres y condiciones laborales totalmente ajenas a las de músico «freelance» en que Mozart quiere convertirse al irse a Viena. Esto ayuda a explicar un poco mejor el conflicto con el padre, que quería que Mozart le sucediese en ese «puesto seguro». En su época, la decisión de Mozart fue bastante revolucionaria y de hecho será Beethoven el primero que más o menos consiga vivir directamente de su música (encargos, lecciones, entradas de conciertos, derechos de venta de partituras, etc.)
Pero vamos, de resto habéis estado muy «musicales».
Escuchando el programa he caído en la cuenta de lo maravillosamente que la película utiliza los elementos musicales y las cosas de la vida del músico para contar la historia. Desde las escenas sobre partituras (la cumbre, la del Requiem) hasta la escena inicial en la que Salieri le toca fragmentos suyos al cura, que sólo conoce la «Pequeña serenata nocturna», a la transmutación de la suegra en Reina de la Noche, los ensayos de ópera, etc. Una verdadera maravilla y un placer para un músico con deformación profesional como yo.
Muy adecuada también la referencia a la peli de Brian Wilson, en la que por cierto también hay un conflicto paterno-filial.
Apartado recomendaciones. Iré por lo más bien raruno para gentes interesadas en la música clásica.
-«Mein Name ist Bach» «Mi nombre es Bach»; muy interesante película sobre la anécdota de creación de la «Ofrenda Musical», hecha con buenas, adecuadas y disfrutables dosis de licencias con los hechos históricos. Son películas, no documentales (lo mismo vale para el pobre profe de Gonzalo McFly). El personaje de Bach es muy bueno y los recovecos de la historia con Federico II de Prusia (flautista y compositor, por cierto) en el Potsdam recién estrenado, además de las figuras de los hijos de Bach merecen la pena de verse sin necesidad de ser apasionado del barroco. (y por otra parte, Bach es Bach)
30 de mayo de 2018 a las 23:50
Horror, espero que no se haya borrado mi mensaje anterior que llevaba media hora escribiendo. Paré porque iba cada vez más lento en la parte de las recomendaciones. Sigo con la segunda:
-«Eroica» que narra una supuesta primera audición de la 3ª Sinfonía de Beethoven con el telón de fondo del momento histórico del impacto de la Revolución Francesa y Napoleón en la sociedad absolutista vienesa, casi en tiempo real. Maravillosa interpretación musical con criterios históricos y oda una lección de música e historia, pero que puede verse por sus valores de entretenimiento. Eso sí, oyes la sinfonía de cabo a rabo.
Esta y «Mi nombre es Bach» están en Youtube y además traducidas o subtituladas.
31 de mayo de 2018 a las 14:31
Menos mal que se ha publicado 😉
Tengo todavía dos recomendaciones rarunas (y sin salirme de la clásica), estas mozartianas.
-No podría recomendar suficientemente en mi vida la MARAVILLOSA versión de Ingmar Bergman de «La Flauta Mágica». Sería algo así como una representación de la ópera (eso sí, en sueco) en un teatro como el que tiene la familia del principio de «Fanny y Alexander». Una delicia.
-Cuando salió Amadeus también salió otra película que se llamó «Vergesst Mozart» («Olvidar a Mozart»). Guardo un buen recuerdo de ella aunque demasiado lejano para fiarme mucho. Pero la recuerdo como algo bastante interesante musicalmente